Cultura Inquieta es una revista interactiva donde podéis encontrar todo tipo de noticias, desde fotografía, arte, sostenibilidad, cine... y creo que puede ser una buena fuente para encontrar material para vuestras publicaciones.
Esta semana vi que lanza junto a Iberdrola un nuevo concurso de micro-cine, Compromiso en 60 segundos, con 3.000 euros en premios. Hasta el domingo 31 de octubre podéis enviar propuestas que tengan una duración máxima de un minuto y que giren sobre la necesidad de todas y cada una de las personas de seguir siendo muy responsables y firmes en la aplicación de las medidas individuales para la contención de la pandemia.
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Este curso será sin duda uno de los más difíciles a los que nos enfrentemos. Nuestra actitud frente a estos días debe ser la enfrentarnos al problema de forma positiva. Intentaremos seguir el ejemplo de aquellas personas que le dan la vuelta a las circunstancias, haciéndolas más llevaderas. Para eso siempre nos queda el arte y la cultura, que se reinventan y proponen trabajos adaptados a los días que vivimos. El arte en momentos de crisis siempre actúa como una vía para expresar nuestras emociones. Esperemos, eso sí, que los días no sean demasiados... Algunos ejemplos de lo que hablamos los tenéis a continuación.
Otra muestra de ello es el arte reportaje. Podéis encontrar multitud de ellos en ARTE EN ESPAÑOL. En el caso que nos mueve he seleccionado el llamado COVID-19 ¿Lo peor ha pasado? de Anthony Dufour, Matthias LavergneSe nos muestra cómo en varios paises se están consiguiendo pequeños logros de cara a conseguir restablecer "la nueva normalidad. El misterio de Picasso nos enseña los abismos de los procesos creativos. Da vértigo pensar lo cerca y lo lejos que se está del pensamiento de un genio como él. Merece la pena.
Ya está casi todo a punto para, el próximo viernes, dar a conocer los ganadores de la 4ª Edición de los Premios Super 8 de cine y fotografía.
¡Alea iacta est! ¡Otro año más llega el Concurso de Fotografía y Cine Super 8 a nuestro instituto! Aquí os dejo las bases. Tenéis hasta el 24 de febrero para entregar vuestras obras. ¡Mucha suerte!
Es bonito pensar que se pueden hacer cosas chulas con pocos medios y muchas ganas.
Sirva de ejemplo la clase del otro día. Intentamos jugar con parámetros fotográficos, hicimos muchas pruebas y nos lo pasamos bien. Sé que alguno faltó, pero también sé que os sentís representados. Gracias por ser propositivos y dejaros la vergüenza en casa. Por Jordi Costa. Fotogramas. 29/05/2008 Hay algo que es patrimonio de los grandes creadores: la capacidad de seguir siendo ellos mismos y, a la vez, saber poner a prueba a sus incondicionales. Este crítico confiesa que lo último de Wes Anderson no se lo ha puesto fácil: reivindicar el legado de Merchant & Ivory (aunque solo sea en lo musical), hacer bandera de la autoindulgencia y articular la trama como un viaje circular a ninguna parte no es la mejor manera de hacer amigos. Así, mi primera experiencia de Viaje a Darjeeling fue un tanto frustrante. La segunda vez... las puertas de la percepción se abrieron para apreciar el esquinado encanto de un film espiritual planteado a partir de la superficialidad, de la imposibilidad de trascender lo banal más allá de unos lazos afectivos entendidos como funcional camino de supervivencia. El cineasta puede convertir un chirriante zoom en elemento integrado en una caligrafía cool. Su sentido de la comedia es una cuestión de forma: su coreografía de movimientos de cámara, sus entradas y salidas de personajes, roza la excelencia. Los vagones de su falso tren funcionan como viñetas de una tira cómica inagotable: su poética del desamparo no ha llegado a su próxima estación, quizá porque no haya más verdad que el eterno retorno de una misma tristeza. Lo mejor: el onírico plano secuencia a todo tren. Lo peor: su innecesaria toma de contacto con la muerte. Por Juan Luis Caviaro. Espinof. 22/01/2008
'Viaje a Darjeeling' ('The Darjeeling Limited') se estrenó en España el pasado 4 de enero. La quinta película de Wes Anderson gira en torno a tres hermanos muy diferentes entre sí que deciden realizar un viaje a través de la India para reencontrarse y recuperar el afecto; para volver a ser familia. Uno de ellos es quien lo ha organizado todo y espera que el final se corone con la visita a la madre, que los abandonó hace años. Por supuesto, nada saldrá como estaba previsto. Que 'Viaje a Darjeeling' sea la peor película de Wes Anderson quiere decir exactamente eso. No que sea mala. Que me veo venir a los pesados de siempre que sólo leen el titular y algún párrafo (y mal, para colmo). Anderson es un cineasta de los que se califican como autor; sus películas tienen un estilo propio, fruto de un cerebro con inquietudes artísticas, giran más o menos sobre los mismos temas y (salvo para reírse) no acude a los típicos recursos hollywoodienses. Hasta ahora, con Darjeeling, tiene en su filmografía cinco títulos como director, destacando sobre todo 'Los Tenembaum' ('The Royal Tenenbaums'), donde la gran variedad de personajes le permite más posibilidades, mayor margen para el juego. De hecho, ése es el principal problema del film que nos ocupa. Su limitado campo. Básicamente, 'Viaje a Darjeeling' son tres actores pasando el rato en un territorio extraño. Que hagan el tonto durante casi todo el tiempo empeora un poco la situación, y seguro que saca de quicio a la mayoría del público, pero sabemos que en realidad es parte del estilo de Anderson. Uno ya sabe reconocer en esas actitudes de los personajes el ridículo y el absurdo de nuestros propios comportamientos, son reflejos muy reales; otra cosa es que tengamos la humildad o el humor de reconocerlo. Somos animales torpes y lo demostramos todo el tiempo, especialmente cuando nos relacionamos con los seres que tenemos más cerca. De ahí que Anderson centre su punto de mira especialmente en las relaciones familiares y de pareja. En esos comportamientos que, vistos desde fuera, carecen de sentido. Y en ese miedo por perderlo todo, por darnos cuenta de que estamos solos; es lo que decía Woody Allen en la maravillosa 'Annie Hall': necesitamos los huevos. La peor película de Wes Anderson sería la mejor de muchos directores, no hay duda alguna. Sin embargo, como cuando hablé de 'Los Crímenes de Oxford', uno espera algo más de un director que ya ha demostrado su excelente saber hacer en otros títulos. Es asquerosa la sensación de estar contemplando una obra menor de un cineasta que sabes que puede dar mucho más. Como si estuvieras perdiendo el tiempo con una película que, sencillamente, no debería haberse estrenado. Al menos no como te la han proyectado. Anderson se muestra mucho más habilidoso, ocurrente y divertido en 'Ladrón que Roba a un Ladrón' ('Bottle Rocket'), su debut, que en su último film. Se puede fallar intentando hacer otra cosa, pero no en el terreno que dominas. Eso no debería ocurrir. 'Viaje a Darjeeling' es un pequeño patinazo. Todo esto que comento se ve claramente nada más empezar la proyección, con ese cortometraje titulado 'Hotel Chevalier' que da pie a la película y que supuestamente es un prólogo; en realidad, es un pegote inútil que sólo sirve para que veamos el culo de Natalie Portman. Aquí el primer encantado y agradecido con la imagen, no me malinterpreten. Pero que es algo gratuito es innegable. Y no sólo eso. Chevalier es sólo un elegante envoltorio, nos adelanta en cierto sentido lo que veremos luego, en lo que a estilo casi vacío se refiere. Ojo a esa escena en una cámara lenta innecesaria al ritmo de una bonita canción. Si en lugar de poner "the end" aparece la marca de una colonia o de un desodorante, no me habría extrañado lo más mínimo. Pero Anderson tiene la capacidad de obtener algo de sus actores que pocos consiguen. Frescura. Casi parece que están improvisando todo el tiempo. Como en sus obras anteriores, en Darjeeling encontramos a unos intérpretes que están en su salsa, divertidos, ocurrentes, simpatiquísimos. Los personajes parecen reales, a pesar de las excentricidades, a veces increíbles, que siempre rodean los guiones de las películas de este cineasta. En este sentido, lo más destacado de Darjeeling es el trabajo de los tres hermanos, interpretados por Adrien Brody, Owen Wilson y Jason Schwartzman. Resulta curioso que el mejor actor de los tres sea, por el contrario, quien esté más soso. Y es que Brody está menos suelto que de costumbre, casi más preocupado en su imagen que en lo que hace; Schwartzman sin embargo está sorprendentemente inspirado, recuperando esa comicidad que nos mostró en 'Rushmore'. Wilson suele sacar lo mejor de sus posibilidades con Anderson tras las cámaras y aquí vuelve a demostrarlo. El actor se alza como el líder de los hermanos tanto en la ficción como en el aspecto interpretativo. Suyas son las escenas más frescas y divertidas de la película. Por otra parte, destacar la breve presencia de dos magníficos actores que ya habían trabajado para Anderson. Bill Murray apenas aparece en un par de momentos, al principio y al final y no suelta ni una frase, pero como este actor no necesita hablar para que nos haga reír, no hay problema. Anjelica Huston interpreta a la madre de los hermanos y tiene una escena estupenda que comparte con ellos, curiosamente también sin diálogo. Como he dicho, tiene poca participación, pero se agradece mucho su presencia. El mayor acierto de 'Viaje a Darjeeling' es dónde ha sido rodada, proporcionando al espectador imágenes impagables, y el mayor defecto, la autocomplacencia de Wes Anderson, demasiado acomodado en esa exagerada condición de autor genial que ya le han puesto algunos, demasiado veloces en entregar su corazón al primer director que se sale un poco de la norma. Darjeeling no es tan divertida como 'Ladrón que Roba a un Ladrón', ni tan fresca como 'Academia Rushmore', ni tan inteligente como 'Los Tenenbaums', ni tan entrañable como 'Life Aquatic' ('The Life Aquatic with Steve Zissou'). Es la menos interesante, menos divertida y menos jugosa de las películas filmadas hasta el momento por Anderson. A ver qué tal le sale la siguiente. El pasado noviembre nos visitó Mario Jiménez Migallón, profesional del mundo del cine, artista polifacético y extraordinario comunicador.
Lección magistral de transmisión, sensibilidad y perspicacia. Visión audaz, particular, particularmente bella de las mil caras del cine. Mario, nos encantó. Fue una conferencia coloquio que ninguno de los asistentes olvidaremos. Muchas gracias. Me he dado cuenta que no habíamos recomendado ningún libro relacionado con lo audiovisual... ¡Pues ahí va! Una amena lección rápida que asienta las bases para una inmersión más profunda en aquello que te interese del maravilloso séptimo arte.
Esta semana se han otorgado otro año más los premios Princesa de Asturias, a personalidades distinguidas en diversos ámbitos. Estas personalidades, muy a menudo, demuestran que lo son. Sirva de ejemplo en la edición de 2011, el magnífico artista Leonard Cohen, que dio una lección magistral de cómo se cuenta una historia en su emotivo discurso de agradecimiento tras la entrega del galardón. D.E.P. |
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